Una especie misteriosa de hongo subterráneo que, según se informa, posee propiedades afrodisíacas y terapéuticas, las trufas aromáticas también son muy frágiles y no pueden resistir más de tres semanas sin agua.
Pero la prolongada sequía en muchas de las principales regiones donde crece en Europa y las predicciones del calentamiento global sugieren que el futuro es tan negro como las mismas trufas, para desesperación de los cultivadores.
"Los años de malas cosechas, que solían ser la excepción, están volviéndose la norma," dijo a Reuters Jean-Charles Savignac, presidente de la Federación Francesa de Truficultores (FTT, por su sigla en inglés).
Los tres principales productores -Francia, Italia y España- producen unas 100 toneladas del lujo gastronómico al año. Se estima que en el siglo XIX la producción era de 1.000 a 1.600 toneladas.
En Francia, la cosecha de este invierno boreal generó poco más de 20 toneladas de la trufa negra de alta calidad, la mitad de lo que se esperaba.
Meteo France prevé que para fin de siglo en Toulouse, sobre el extremo sur de la región cultivadora de trufas de Francia, las temperaturas superarán los 35 grados centígrados en promedio entre 25 y 55 días al año. Hoy, la región registra ese calor en un promedio de 4 días al año.
La escasez de suministro combinada con la creciente demanda hicieron que los precios se dispararan.
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24/5/08
La trufa negra, una de las delicias más exclusivas y caras del planeta, está amenazada por el cambio climático
Etiquetas:
Biodiversidad
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