La riqueza natural de Panamá, primera lección en Ruta Quetzal

Los 300 jóvenes que ha reunido en Panamá la Ruta Quetzal 2008 iniciaron hoy lo que consideran la 'aventura de su vida' con una primera lección sobre la biodiversidad en el trópico, principal reserva de la naturaleza.

El proyecto 'Puente de Vida', al que tuvo acceso la Ruta Quetzal que dirige Miguel de la Quadra Salcedo, es un centro de intercambio de naturaleza, cultura, economía, y vida, un sitio de aprendizaje, descubrimiento de la riqueza natural de Panamá.

Según Pedro Miguel Gascón, que habló a los 'expedicionarios' de la 'importancia de Panamá dentro de la biodiversidad mundial', este país 'es el museo'.

El istmo, 'puente y barrera al mismo tiempo', es protagonista en la historia de 'dramáticas transformaciones', como la que origina su tardío surgimiento, como puente entre el norte y el sur del continente americano y su más reciente corte por la mitad, para la construcción del Canal de Panamá.

El agua, tema central de la Ruta, se presentó como 'el combustible esencial que impulsa la biodiversidad en Panamá', su extraordinario clima, uno de los más húmedos, más cálidos, y más consistentes del mundo, y el principal recurso de la vía interoceánica.

Andrés Ciudad, subdirector de la expedición, explicó a Efe que esta primera fase de la expedición es más académica y de instrucción para consolidar al grupo, crear disciplina y asegurar que la etapa de selva se desarrolle con total seguridad.

Los chicos, de entre 15 y 16 años, visitarán antes la ciudad antigua de Panamá, conocida como el Casco Viejo, la segunda fundación española de la capital, y la conocida como 'Ciudad del Saber', una antigua base militar de Estados Unidos que recoge ahora las sedes de organismos internacionales de todo el mundo.

Este fin de semana y antes de atravesar el río Chagres, que da nombre a la expedición, denominada 'La selva del Río de los Cocodrilos', los jóvenes degustarán la carne de ese reptil, declarado en Panamá especie protegida, pero no en peligro de extinción.

La visita a un criadero de cocodrilos es el único contacto previsto de los 'ruteros' con los más grandes saurios panameños, los 'acutus' o aguja, que pueden alcanzar hasta los cinco metros de largo y viven tanto en agua dulce como salada.

La Ruta Quetzal, adscrita a la Secretaría Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España y financiada desde hace 20 años por el grupo financiero BBVA, estará en Panamá hasta el próximo 8 de julio.
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