Un hongo está acabando con buena parte de los cipreses de la ciudad. De momento, decenas de ellos han sucumbido ya en los Jardines del Real, donde ni siquiera han sido respetados ejemplares centenarios ubicados en lo que el personal que trabaja en Viveros ha bautizado como avenida de los Cipreses, prácticamente colindante con las instalaciones del Club de Tenis.
Al menos una docena de coníferas de este paseo ha sido víctima de la plaga, al igual que ha ocurrido en numerosos ejemplares -en torno a la veintena- situados en las entradas más próximas a las llamadas "montanyetas de Elío". No obstante, no han sido las únicas, puesto que muchas calles de la ciudad también lucen alcorques vacíos desde hace tiempo debido a los mismos motivos.
Y lo peor es que, de momento, no parece haber solución.
"Se trata de una epidemia que, al parecer, entra por la raíz del árbol y, poco a poco, acaba con él hasta que lo seca del todo y lo mata", explican varios empleados de la contrata que se encarga de cuidar y mantener la flora de los Jardines del Real. "Fumigamos los cipreses con un tanque, pero muchos no llegan a rebrotar", añaden. De hecho, decenas de ejemplares han tenido que ser arrancados y sustituidos por otros nuevos, "aunque intentamos no plantar coníferas si no es imprescindible para tratar de sujetar la epidemia en la medida de lo posible", destacan.
Pero, pese a tan apocalíptica situación, la esperanza asoma gracias a un proyecto conjunto entre la empresa encargada del cuidado de la vegetación de Viveros -FCC-, la Universidad Politécnica y el ayuntamiento. "La plaga se extiende ya por todo el arco mediterráneo y, aunque la bibliografía habla de hongos, nosotros no hemos podido aislarlos en el laboratorio", explica uno de los expertos que participa en la iniciativa. Así las cosas, han optado por explorar otros caminos ya que, además, "los tratamientos convencionales contra la epidemia no han dado resultado".
El experimento que los especialistas han puesto en marcha en los Jardines del Real -y que por ahora ha dado resultados más que aceptables- apuesta sobre todo por la novedad en el tratamiento. "Abrimos pozas en los alcorques de los árboles afectados para conseguir mejorar el riego y actuar con insecticidas sistémicos" -que penetran con el agua de la irrigación-, aclara el experto. De momento ya se ha tratado a más de medio centenar de ejemplares con este sistema y, aunque muchos han conseguido sobrevivir e incluso rebrotar, "otros han muerto", por lo que el ensayo aún continúa "en fase de seguimiento" y habrá que esperar "más tiempo para comprobar su eficacia".
Vía>>
5/10/08
Peligran los cipreses
Etiquetas:
Plantación
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