
Ha sido la increíble imaginación y talento del arquitecto francés Vincent Callebaut que ha dado origen a la generación de este concepto absolutamente vanguardista.
Se llama Lilypad y se trata de lo que podría ser una ciudad flotante capaz de evitar emisiones de dióxido de carbono y cualquier otro tipo de contaminación tanto aérea como acuática.
La Lilypad se sirve de todos los avances tecnológicos verdes existentes para funcionar, entre ellos, incorpora energía solar, eólica y maremotriz, además de sistemas de iluminación mediante LEDs, reciclaje de desechos y otras maravillas. Además, no sólo no emite dióxido de carbono sino que está preparada para procesar el carbono existente en la atmósfera gracias a su cubierta exterior de dióxido de titanio.
Esta ciudad aún imaginaria está inspirada en la flor de nenúfar, posee una laguna artificial central de agua dulce que es lo que permite la biodiversidad y está preparada para albergar a unas 50 mil personas. El proyecto es sin dudas genial aunque la idea de tener que recurrir a este tipo de construcciones parte de una premisa apocalíptica y oscura que, esperemos, no sea el destino de la humanidad. Aunque más que ansiar un destino deberíamos actuar responsablemente para ser dueños de nuestro destino.
Vía>>
3/12/08
Lilypad, una ciudad flotante y autosuficiente
Etiquetas:
Energías Renovables,
Maremotriz,
Residuos,
Urbanismo y sostenibilidad



No hay comentarios:
Publicar un comentario