El Gobierno Vasco está estudiando la instalación, de aquí a un periodo de entre tres y seis años, de plantas que produzcan energía a partir de las olas en alta mar. Hasta ahora, los trabajos en este ámbito se limitan a la estación maremotriz de Mutriku, en la costa, pero, según aseguran desde el EVE (Ente Vasco de Energía), el futuro pasa por situar este tipo de aparatos distanciados del litoral, allá donde las olas pueden ser más productivas.
"Todo el sector de las energías de las olas sabe que, donde más fuerza tienen éstas es dentro del mar, porque llegan más enteras. Entonces, la mayor parte de las instalaciones que se construyan en un futuro estarán dentro del mar", afirma Yago Torre-Enciso, jefe del proyecto de la planta de Mutriku y miembro del Departamento de Energías Renovables del EVE.
Este experto explica, no obstante, que las primeras actuaciones deben pasar por la construcción de infraestructuras en la costa. "En un momento en el que la tecnología es incipiente, estos temas, dentro del mar, van a necesitar que se intervenga cada dos por tres para mejorarlos, llevarlos a puerto, arreglarlos... La idea de empezar con instalaciones en la costa es mucho más fácil, porque ese mantenimiento se puede hacer a pie. La oportunidad de trabajar en un dique al que vas a poder llegar en coche ayuda mucho en esos primeros pasos", señala, mientras insiste en que, pese a ello, "el futuro está mar adentro, también en Euskadi".
El litoral es un espacio protegido en el que no se puede actuar de manera indeterminada. "Claro. Hay que tener en cuenta que diques no se hacen todos los días -la planta de Mutriku se ha diseñado aprovechando la existencia del nuevo espigón- y, afortunadamente, en el País Vasco toda la costa es un espacio protegido medioambientalmente. No puedes hormigonar la costa", argumenta.
Por tanto, prosigue, allá donde se haga un dique se intentará "demostrar la viabilidad técnica y económica" de este tipo de estaciones, con la posible incorporación de sistemas de aprovechamiento de las olas, pero siempre bajo la certeza de que "lo normal es irse al mar".
Sobre las fechas, este responsable del EVE apunta a un futuro no muy lejano. "Los planes más ambiciosos hablan, posiblemente, de 2013 ó 2014", revela, al tiempo que anuncia la probable ejecución de algunas actuaciones preliminares antes de esa fecha, incluso, para 2010. En ese sentido, informa de que ahora se están colocando tres aparatos para la generación de energía de las olas en el oeste de Portugal y otros cuatro en las Islas Órcadas (en el norte de Escocia). Además, recuerda, Iberdrola va a instalar, con ese mismo objetivo, algunas boyas en la localidad cántabra de Santoña (a cuatro kilómetros de la costa).
"Se están dando pasos y se van a dar más para poder entrar en el agua con esta tecnología", repite, y sitúa en un horizonte de cinco o seis años la construcción de los primeros parques grandes, compuestos por unos 20 aparatos flotantes generadores de energía (transmitirían la electricidad a tierra a través de un cable). Alude, incluso, a la posibilidad de que tales sistemas lleguen antes a Euskadi, quizá para 2011.
Lo que aún se desconoce, asegura, es la ubicación de los mismos. "No se sabe todavía dónde irán", responde, mientras reconoce que se prevén plantas tanto en Gipuzkoa como en Bizkaia y que existe el deseo de ir estudiando con tiempo las posibilidades lo mejor posible para acelerar el proceso y que las cosas "se hagan bien".
Todos esos proyectos se enmarcan dentro de una apuesta global por la energía marina, en la que se pretende convertir tanto a Mutriku como al conjunto de Euskadi en referentes internacionales. "Se trata de un recurso con alta densidad energética. Cuenta con una expectativa grande y unas perspectivas de desarrollo importantes,", considera Torre-Enciso, que destaca el alto grado de implicación en este campo por parte de varios países, entre ellos el Reino Unido, Portugal y Noruega.
"El País Vasco, por su tejido industrial, su red de centros tecnológicos y su tradición hacia el mar, tiene grandes oportunidades en este ámbito", añade. En su opinión, la planta maremotriz de Mutriku puede ser el ejemplo que demuestre la eficacia de esta fuente energética y que sirva como trampolín para catapultar a la CAV como líder en un sector de gran proyección (existe también un proyecto de creación de un centro vasco de investigación puntero en este área).
"Estamos ante una oportunidad de desarrollo para el tejido industrial y el conocimiento alrededor de la energía marina. Podemos saber cómo se hacen las cosas en un mercado en el que otros van por detrás. Y eso repercute en creación y mantenimiento de puestos de trabajo y sitúa a Mutriku como referente mundial en energía de las olas", sostiene.
La situación que hoy vive la energía de las olas es equiparable a la que hace 20 años envolvía a la del viento. "Posiblemente no hagan falta otros 20 para que lleguemos a la situación actual de la eólica, quizás sólo 10 ó 12 años, pero para eso necesitamos apoyos y un marco legal". Los beneficios de todo ello, asegura, serán notables: "La energía del mar es renovable y autóctona, por lo que no hay que pagar por ella. No se agota y no tiene impacto en la emisión de CO2 ".
Vía>>
19/1/09
El País Vasco y Cantabria apuestan por la energía del mar
Etiquetas:
Energías Renovables,
Maremotriz
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