Los ingenieros navales consideran que están capacitados para participar en el nuevo mundo industrial que se abre con la energía eólica marina y maremotriz. Por este motivo, el colegio profesional de España ha creado un grupo de trabajo para diseñar su estrategia. Francisco de Bartolomé, profesor de la Escuela Politécnica Superior de Esteiro, será uno de los miembros de esta comisión en representación de los ingenieros navales gallegos, aunque en la ponencia participarán otros técnicos que, de hecho, ya trabajan en proyectos de esta naturaleza.
Francisco de Bartolomé, que presentó ayer junto a Alfonso García Ascaso las jornadas de Ingeniería e I+D+i en el sector marítimo que esta mañana dan comienzo en el salón de actos del Vicerrectorado de Esteiro, recordó que en la ingeniería off-shore había ocurrido ya un proceso semejante.
Porque, explicó, «las primeras plataformas petrolíferas en el mar estaban a poca profundidad, entonces no se veía necesaria la participación de los ingenieros navales, pero a medida que se perforó a mayores calados sí fuimos requeridos». De Bartolomé vivió ese momento hace más de dos décadas en Astano, astillero del que fue jefe de ingeniería y que llegó a alcanzar importantes niveles de competencia en el mundo off-shore .
En el sector eólico marino ocurrirá lo mismo. «En todos los temas de fondeo de unidades off-shore la ingeniería naval tuvo mucho que decir», añade. En la actualidad los campos eólicos marinos se instalan todavía a diez o veinte metros de calado, pero a medio plazo no se descartan otros con ingeniería más compleja. «La idea es contar con todos», indicó también. De hecho, en la Escuela de Serantes (Escuela Universitaria Politécnica) ya están trabajando en esta materia.
Igualmente en materia maremotriz, es decir, la energía extraída de la fuerza de las olas. en esta materia, los ingenieros y las escuelas técnicas del País Vasco, Portugal y ahora Galicia están ya involucrados.
«Parecía imposible no hace tanto tiempo lo que ocurrió un día reciente, que cerca del 60% de la energía que se consumió en España procedía de parques eólicos», insiste De Bartolomé.
«No obstante todo tiene sus costes, tanto en el fondeo o anclaje tanto de los aerogeneradores como la maremotriz, o el envío a tierra de la energía producida, y su almacenaje», dice también. El objetivo, en todo caso, es «abrir nuevos frentes, tocar de todo». Porque en el futuro, se trata de que cada país se abastezca de un mix , una combinación de petroleo, gas, eólica, maremotriz y solar.
«Porque es muy difícil que un país pueda autoabastecerse de energías propias, salvo contadísimas excepciones», sugiere.
A los técnicos les corresponde buscar los diseños de las máquinas de generación con menor coste e impacto. Por eso estima que a medida que el petróleo y el gas sean más escasos son las otras alternativas energéticas las que tienen su campo.
En cuanto a las jornadas que comienzan esta mañana se ha producido un pequeño cambio en el programa inicialmente anunciado. La inauguración, a las diez de la mañana, correrá a cargo de Alberto Ramil, director de la Politécnica Superior de Esteiro, en lugar de José María Barja, rector de la Universidade da Coruña.
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