14/2/10

Estudios sobre los peligros de seísmos de las centrales geotérmicas

Obtener calor de su interior puede causar pequeños seísmos capaces de provocar cuantiosos daños en la superficie. Esta es la conclusión de un estudio llevado a cabo en Suiza y cuya consecuencia ha sido la suspensión definitiva de las perforaciones geotérmicas cerca de Basilea por riesgo cierto de terremotos.

Hace tres años que el proyecto fue detenido cautelarmente, debido no sólo al elevado número de denuncias por daños en edificios que se habían producido y que costó a las compañías aseguradoras más de seis millones de euros, sino porque la zona sufrió un terremoto de magnitud 3,4. Ahora, el estudio, financiado por las autoridades del cantón de Basilea, ha concluido que la zona es "desfavorable" para la instalación de una planta de energía geotérmica.

El proyecto de Basilea podía haber causado seísmos de magnitud 4,5

Su decisión se basa en que el proyecto Deep Heat Mining, de 60 millones de dólares y que se alargaría 30 años, podría provocar alrededor de 200 temblores con una magnitud media de 4,5, lo que provocaría daños por valor de casi 27 millones de euros.

3.500 temblores
Eso se añadiría a lo que ya ha sufrido la zona. De hecho, los movimientos de tierra de magnitud 4,4 en 2006 fueron provocados por haber taladrado cinco kilómetros de profundidad para extraer agua a 160 grados de temperatura, cuyo vapor movería una turbina. Desde aquel año, la región ha sufrido 3.500 temblores de tierra, según los medios locales.

"El problema es que se trata de geotermia con perforaciones de más de cinco kilómetros de profundidad", avisa el geólogo Manel Prada. "Eso significa que el agua o el gas que se inyecte puede afectar a las estructuras internas y activarlas, sobre todo en zonas sensibles a sismicidad como Suiza".

Los planes suizos para obtener energía del interior de la tierra han tenido el mismo destino que la planta geotérmica del norte de California, a unos 160 kilómetros al norte de San Francisco, otra zona del planeta altamente sensible a terremotos.

Las instalaciones, operadas por la compañía Alta Rock Energy en una zona conocida como The Geysers, están paralizadas desde septiembre a consecuencia de problemas con los perforadores (no alcanzaron la profundidad adecuada) y porque están siendo examinadas por el Departamento de Energía, que financió esta perforación con seis millones de dólares. Un duro revés para la compañía en la que, según The New York Times, Google había colaborado con 30 millones de dólares.

Según un comunicado de la compañía, "taladrar la tierra tiene riesgos", sobre todo en la zona de The Geysers, donde el subsuelo podría deshacerse a consecuencia de la inyección de agua. Pero a pesar de estos cierres, los expertos consideran la energía geotérmica como una alternativa válida al calentamiento global para sustituir a los combustibles fósiles. El Departamento de Energía de EEUU trabaja en un ambicioso plan en el que ha invertido 400 millones de dólares sólo en 2009. Los Estados de Idaho, Nevada y California ya cuentan con proyectos financiados.

Respecto a España, situada en una región con riesgos sísmicos reducidos, "no se perfora más allá del kilómetro de profundidad y se juega con el calor procedente del sol almacenado en la capa más superficial", apunta Prada, lo que minimiza el riesgo.
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