El Instituto para la Diversificación de la Energía (IDAE) o el Instituto Enerxético de Galicia (Inega) indican que cada grado que se sube la calefacción supone un incremento en el consumo de energía de entre el 5% y el 10%. Por ello, la recomendación es mantener una temperatura de unos 20 grados durante el día.
Un gesto tan sencillo como bajar el termostato de los 23 a los 20 grados permite ahorrar hasta un 8%. Y si por la noche se baja hasta 16 grados, el recorte alcanzará el 13%. ¿Cómo se traduce en euros? Según la OCU, para un consumo medio anual. de 550 euros al año en calefacción de gas natural, el ahorro será de 110 euros anuales.
La calefacción representa casi la mitad de la energía que se gasta en casa.
La adaptación del sistema de calefacción a los hábitos de cada vivienda facilita también el ahorro. Instalar termostatos programables, que permiten encender y apagar el sistema según el tiempo de estancia en casa, supone mantener la temperatura adecuada en cada momento del día. La firma Junkers, especialista en calderas, recomienda mantener el baño a 22 grados, los dormitorios en torno a los 16 o 17 grados y el salón a 20 grados.
Además de bajar el termostato -no solo por economizar, sino para evitar problemas de salud-, el Inega propone otras medidas para reducir el consumo de la calefacción. La primera pasa por la ventilación: antes de airear la casa, es necesario asegurarse de que los radiadores están apagados. En un ambiente normal, son suficientes diez minutos de aireación.
No se recomiendan los cubrecalefactores, porque reducen el rendimiento de los aparatos. Aquellos que no se necesitan deben apagarse, y la calefacción cerrarse si la casa va a estar desocupada más de un día. El Inega recuerda, además, que las alfombras, los suelos de madera y las moquetas mejoran el aislamiento de la vivienda. Instalar burletes en puertas y ventanas reduce las filtraciones de aire y supone un ahorro de entre un 5% y un 10% del consumo en calefacción. Optar por los dobles ventanales o dobles cristales con puente térmico puede rebajar un 20% el consumo de energía.
Calefacción y agua caliente suman un 67% del gasto total en energía de las viviendas españolas, según el IDAE. Por ello, ofrece una batería de medidas de ahorro. La primera pasa por analizar si el sistema para calentar el agua es el más adecuado: los sistemas de acumulación (los que cuentan con una bomba de calor y un termo acumulador) resultan más eficientes, pues no calientan el agua justo en el momento en que se demanda.
También los reguladores de temperatura con termostato que se instalan en la ducha ayudan a reducir el gasto. Según los datos de Industria, estos sistemas recortan entre un 4% y un 6% el consumo. Desde el IDAE recomiendan, además, mantener el agua a una temperatura de entre 30 y 35 grados. Y en el caso de contar con grifos independientes para el agua caliente y la fría, conviene cambiarlos por un sistema monomando.
Además, existen aparatos diseñados para reducir la salida de agua, como los cabezales de ducha de bajo consumo, que gastan la mitad de líquido y, por tanto, de energía. Y no hay que olvidar que un grifo abierto consume unos seis litros por minuto, y en el caso de la ducha, se pierden diez litros en ese tiempo. La ducha, además, consume alrededor de cuatro veces menos agua y energía que el baño.
Vía>>
18/10/08
100 euros más de ahorro, por tres grados menos en al calefacción
Etiquetas:
Desarrollo sostenible,
Energía
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