Análisis del Plan de Acción Local (PAL) de Albacete

Ayuntamiento y Universidad de Castilla-La Mancha han reunido en un documento los cuatro años de ejecución del Plan de Acción Local (PAL) contenido en la Agenda Local 21, un plan que se divide en diez grandes líneas estratégicas, a través de las cuales se deben desarrollar 46 programas y 268 proyectos.

Una de las área estratégica que no recibe los parabienes en este examen del PAL es la nueve, que hace referencia a la promoción de una gestión sostenible de los vectores ambientales (agua, energía y aire) y de los residuos. Aunque también indica que la ejecución de sus grandes cuatro programas presentan, en general, un grado de ejecución satisfactorio, asegura que existen «notables desequilibrios» entre aquellas acciones relacionadas con el fomento del ahorro y la eficiencia en el uso del agua, mejora en su gestión integral y prevención de la sobreexplotación del acuífero con respecto a aquellas otras relativas a la gestión de residuos y la optimización en el uso energético y potenciación del uso de energías renovables.
De esta manera, la evaluación afirma que mientras la práctica totalidad de los proyectos más relevantes relacionados con el agua se encuentran ejecutados o en fase avanzada de ejecución, hay otros proyectos de indudable interés relativos a la gestión de residuos sólidos urbanos, especialmente aquellos sobre la recogida de materia orgánica para la elaboración de compost o de aceites usados en el ámbito doméstico, que no se han ejecutado.

Por otro lado, los técnicos que han participado en la elaboración de este documento analítico aconsejan al Ayuntamiento que impulse, a través de los proyectos propuestos y de otros nuevos, «la adopción de medidas directamente relacionadas con la prevención del cambio climático».


El exhaustivo análisis realizado por técnicos y expertos en sostenibilidad y economía lo ha confirmado: el tráfico rodado sigue siendo «uno de los problemas más graves» de la ciudad que, según este informe, no ha sido abordado con la suficiente valentía por el Consistorio, una situación que no favorece en absoluto la mitigación de los efectos que pueda producir el cambio climático.

A 31 de diciembre del 2007 y según uno de los coordinadores del Observatorio de la Sostenibilidad de Albacete, el profesor Jorge de las Heras Ibáñez, los proyectos catalogados como de «prioridad alta» estaban ejecutados en un 70%, lo que arroja un resultado muy satisfactorio de cara a la consecución de políticas municipales en las que se aplique siempre los parámetros de la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente.

Del decálogo estratégico que se ocupa el PAL de la Agenda Local 21 resalta la crítica que recoge la línea 6 destinada al desarrollo de un modelo sostenible de movilidad urbana. Si bien el grado de cumplimiento de los proyectos «prioritarios» se califican en este estudio como «satisfactorio», reconoce que existen algunas iniciativas que no se han ejecutado convenientemente, lo cual redunda «en la no consecución de algunos objetivos marcados en el mismo».

Así, el análisis menciona que no ha sido posible llevar a cabo «una pacificación del tráfico rodado de manera eficaz», advierte de que la accesibilidad peatonal y ciclista «sigue siendo limitada» y admite que el Plan de Ciclabilidad «no se ha ampliado» ni tampoco se han llevado a cabo suficientes campañas de sensibilización ciudadana en el ámbito del uso del coche y de la bicicleta.

Como puntos fuentes de esta línea de trabajo, el informe destaca la creación de una red de itinerarios peatonales y ciclistas, si bien subraya que aún no está bien «interconectada».

En definitiva, el estudio de este bloque de acción relacionado con a movilidad de la ciudad y la sostenibilidad concluye que el tráfico «sigue siendo uno de los problemas más graves de la ciudad».

Otras reivindicaciones que recoge este estudio que, insistimos, estima que el 70% de los proyectos de máxima prioridad se han ejecutado por el Consistorio, están incluidas en las líneas 1 y 2, relativas, respectivamente, a la mejora en la organización y gestión municipal bajo la promoción de la perspectiva de sexo y el respeto al medio ambiente y la mejora de los servicios y equipamientos públicos. En el primer de los casos, se recomienda la necesidad de elaborar un mapa de ruidos de la ciudad, mientras que en el segundo se propone la construcción de más instalaciones deportivas en las pedanías, más escuelas infantiles en los barrios de la capital y la inclusión de alimentos ecológicos en los comedores infantiles.

En la línea tres, donde se trabaja la integración del medio urbano y rural desde el Plan de Ordenación Municipal (POM), propone favorecer la diversificación paisajística, si bien en este epígrafe sólo tiene cabida el notable, por el esfuerzo invertido en la conservación y aumento de las zonas verdes del casco urbano, pedanías y polígono Campollano, la puesta en marcha del plan de mejora de la habitabilidad en espacios públicos y la culminación de la recuperación de los caminos rurales y vías verdes del entorno del municipio.

En cuanto a la juventud y a su línea estratégica número 8, se menciona que todavía queda pendiente por culminar el proyecto de construcción de viviendas que responsan a la realidad de los jóvenes, así como mejorar todos aquellos programas dirigidos a potenciar el ocio y tiempo libre y la participación social del colectivo. De esta forma, propone impulsar actuaciones relativas al fomento de habilidades sociales, incorporar nuevas propuestas de ocio alternativo así como talleres de formación de empleo, y poner al alcance de los jóvenes las nuevas tecnologías.

Finalmente, la evaluación aplaude con un sobresaliente la mejora del posicionamiento competitivo de la ciudad de Albacete, situación lograda por muchos factores económicos, entre ellos, el plan de revitalización del comercio y el plan de dinamización turística, hoy en su fase final; y también valora el cumplimiento de aquellos programas relativos a la participación ciudadana y el asociacionismo.
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