Conservación de la orquídea de prado

El pleno del consejo asesor de Flora y Fauna de la conselleria de Medio Ambiente, un órgano colegiado integrado por técnicos y científicos que tiene la facultad de asesorar a la Conselleria en materia de conservación de especies, informó desfavorablemente por doce votos en contra y cinco a favor al plan de Conservación de la orquídea de prado elaborado por la propia conselleria de Medio Ambiente al considerarlo insuficiente para garantizar la protección efectiva de esta especie vegetal amenazada y cuya población se localiza mayoritariamente en la finca de Son Bosc (Muro), donde se proyecta la construcción de un campo de golf.

A pesar de que la decisión del consejo asesor de Flora y Fauna no tiene carácter vinculante, todo apunta a que la conselleria de Medio Ambiente deberá tener en cuenta el resultado de la votación y modificar su propio plan de conservación de la orquídea, lo que en la práctica afectaría al proyecto de construcción de un campo de golf en la finca de Son Bosc, que podría reducir la dimensión prevista. De hecho, el Govern comunicó ayer que el plan será "revisado" para incluir en el documento las medidas científicas recomendadas por el consejo asesor y "contrastarlas" con las aportaciones del autor del plan del Govern, el profesor de botánica de la Universitat de València Juan José Herrero-Borgoñón.

Durante el pleno celebrado ayer, científicos como el botánico Joan Rita expusieron la necesidad de aplicar una franja de protección mínima de 150 metros alrededor del parque natural de s´Albufera como una medida necesaria para garantizar la supervivencia de la orquídea de prado.

El plan de Conservación determina que la construcción de un golf en Son Bosc tendrá efectos negativos sobre la orquídea y por ello prevé una serie de medidas para garantizar su conservación como la prohibición de construir el hoyo número ocho del golf debido a que afecta a una población de esta planta.

Sin embargo, asociaciones como el GOB han alegado que existen otros hoyos del proyecto urbanístico que también afectarían a la planta y no se han plasmado en el plan ahora rechazado. Según este colectivo, el hoyo número siete no prevé ningún área de transición o tampón entre la superficie del golf y una zona en la que en años precedentes se ha constatado la presencia de orquídeas de prado.