Cada vez más los diseñadores usan el algodón orgánico para crear prendas elegantes en lugar de sacos. Se llame “moda ética”, “moda ecológica” o “moda orgánica”, siempre se trata de una simbiosis de tendencias de moda urbana, condiciones de producción dignas para el ser humano y sostenibilidad ambiental.
Una marca pequeña que se ha enfocado en lo ecológico desde 2006 es Slowmo. En Berlín-Friedrichshain, Felicia y Melchior Moss crean “Organic Street Wear”, en la que usan algodón orgánico 100% certificado de cultivo controlado y ellos constatan regularmente que se cumplan los estándares sociales en la pequeña fábrica en Berlín donde se elaboran sus camisetas y pantalones. No ha existido algún momento ecológico clave para los dos hermanos. Queremos que lo que estamos haciendo nos permita ser responsables con nosotros mismos y con las demás personas”, dice Melchior Moss. Alemania todavía debe crecer en el campo de la moda sostenible. “Pero los diseñadores alemanes van por buen camino a favor de desarrollar una conciencia al respecto”, añade Moss.
Estas marcas son internacionales y también los consumidores – llamados Lohas por la frase inglesa Lifestyle of Health and Sustainability – viven probablemente en California, Londres o Singapur, no en Hamburgo o en Colonia. “Aquí todavía no es del conocimiento general que ya existe una moda ecológica fashion”, dice Cecilia Palmér de Fair Fashion Affair, quien por cierto es sueca y su socio Frans Prins holandés. “Alemania no tiene tanta afinidad con la moda como otros países”, cree Ralf Strotmeier de la feria de moda Premium y añade: Por esta razón, la “Eco Fashion” aún necesita algo de tiempo aquí”.
“Lo más importante para nuestros clientes es que no trabajen niños en la elaboración de la ropa, que todo el mundo reciba un salario justo y que se respete el medio ambiente”, señala Philipp Schreiber, quién trabaja en la marca .armedangels. con sede en Colonia. Esta marca fue fundada a mediados de 2007 y en sus camisetas se colocan motivos diseñados por artistas callejeros internacionales. Estas camisetas están hechas de algodón cien por ciento orgánico y son producidas bajo los principios del comercio justo. De cada pieza vendida se destinan 3,33 euros a proyectos de ayuda.
Por muchos años, lo que se conoce como moda ecológica no tenía nada que ver la moda. Los principios del movimiento verde y la moda eran totalmente incompatibles, o por lo menos así lucía la situación en los años 80. Ecológico significaba en aquel entonces el abandono consciente del rápido estilo de vida de la sociedad consumista y el regreso al ritmo de la naturaleza. La moda fue considerada, casi despectivamente, como esencia de lo superficial, lo artificial y de la sociedad de consumo acrítica. En consecuencia, en los departamentos de textiles naturales se encontraban suéteres que causaban picazón, pantalones de yute en forma de sacos y zapatos parecidos a las patas de un pato. Inicialmente, el hecho de no querer que esta ropa siguiera los patrones de la moda fue expresión de una posición política alternativa y de izquierda, hasta que el término moda ecológica se convirtió en el sinónimo de un estilo de vestir poco atractivo y cercano a lo desarreglado.
No es de extrañar que Cecilia Palmér y Frans Prins se abstuviesen de utilizar este término cuando organizaron con su agencia Grass Routes el festival de moda Fair Fashion Affair en Berlín en octubre de 2007. “Queremos mostrar que la moda puede llamarse ecológica pero al mismo tiempo lucir bien”, dice Palmér. Ambos investigaron que marcas se dedicaban a la moda ecológica en Alemania.”Hasta ahora no hay muchas marcas, pero están aumentando y están participando muchos diseñadores jóvenes”, aclara Palmér. Ella ha notado también otro cambio: “antes lo que importaba en los textiles naturales era el aspecto ecológico, pero ahora las consideraciones sociales también se han vuelto muy importantes y eso es lo que se conoce actualmente como ‘Ethical Fashion’”.
Rock `Daniela´; Copyright: Ketchup u. Majo .armedangels. se llama así misma “Your First Social Fashion Label” y no fue fundada por fanáticos ecológicos sino por economistas empresariales. “La combinación de las tendencias de la moda y el comercio justo forman parte del espíritu de la época, dice Schreiber y añade, “esto es un mercado que crece masivamente. Fue una de las marcas que presento sus piezas durante la Fair Fashion Affair en los salones de un conocido club en Berlín, otra marca participante fue Ketchup&Majo. Con este último nombre Janina Meyer, en la ciudad de Francfort del Meno, crea faldas con frazadas de Lufthansa y vestidos con viejas cortinas, todo de colores vivos y estampado con comiquitas u otros motivos. Sus modernas piezas son producidas según las pautas ecológica y social, ya que por una parte Meyer recicla materiales y, por la otra, manda a coser la ropa en una institución social en Francfort.
En Núremberg, abrió sus puertas Glore Store, una tienda que sigue los lineamientos del “Globally Responsible Fashion”. Dos jóvenes de Friburgo dirigen Fair Wear, una tienda de ropa en línea cuya mercancía se fabrica bajo condiciones de trabajo justas. En Hamburgo Fairliebt estampa pingüinos, aves migratorias y laberintos estilizados gráficamente en camisetas hechas de algodón orgánico. Y también las grandes compañías han seguido el ejemplo: en febrero de 2008, la ya consolidada feria de moda Premium estará presentando por segunda vez un espacio llamado Green Area. “Debemos dejar muy claro que las piezas de moda elaboradas de forma ecológica y sostenible no son una tendencia pasajera sino el futuro”, señala la organizadora de Premium Anita Bachelin. De acuerdo a esto, también el tema del simposio será “Lo ecológico no es una tendencia”.
Mientras que en el verano 2007 solo participaron 20 marcas “verdes”, la cifra ya se ha incrementado alrededor de 50 este año y 11de ellas ya provienen de Alemania. Sin embargo, las marcas ecológicas más grandes y exitosas vienen de otros países: la marca holandesa Kuyichi fabrica ropa Denim de buen estilo y siguiendo una ética justa. Los zapatos deportivos Veja fabricados respetando los lineamientos ecológicos y con un aspecto Oldschool provienen de Francia. El activista de Live-8, Bono, fundó junto a su esposa la etiqueta Edun. American Apparel hace publicidad con el hecho de que sus productos son fabricados exclusivamente en Los Ángeles. El diseñador danés Peter Ingwersen mantiene en África una producción propia de algodón orgánico para Noir.
Vía>>
9/2/09
Moss y Moss, promueven el "Movimiento Ecológico del desarrollo humano" a través de Slowmo
Etiquetas:
Agricultura ecológica,
Deporte,
Desarrollo sostenible
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