31/3/09

Último informe de Greenpeace sobre acto mundial de reducción de emisiones de CO2

La 'deforestación evitada' (futura herramienta en la lucha contra el cambio climático por la cual un país obtendría derechos de emisión de CO2 -créditos de carbono- por su buena política de conservación de bosques) podría desplomar hasta en un 75 por ciento los precios de CO2 si se incorpora a los mercados de carbono y desbarataría los esfuerzos globales para frenar el calentamiento global, según un nuevo estudio elaborado por la organización ecologista Greenpeace.

Además, consideran que también puede llevar a los países en desarrollo a desviar miles de millones de dólares de la inversión en tecnología limpia. "Si estos países no obtienen incentivos para poner en marcha tecnología baja en carbono, a través de los mercados de CO2 y los fondos, las emisiones continuarán creciendo", advierte el informe.

Por ello, Greenpeace cree que los mercados de carbón deberían limitarse a fomentar tecnologías limpias y renovables en sectores industriales clave, al tiempo que los países ricos alcanzan un compromiso adicional en torno a la deforestación tropical para ayudar a financiar la protección forestal en los países pobres. Así, apuestan por un nuevo fondo forestal que evaluaría los beneficios climáticos y en biodiversidad procedentes de los bosques de forma que se respeten plenamente los derechos de indígenas y nativos.

Greenpeace encargó este trabajo a una de las escasas organizaciones expertas en bosques y clima y lo presentó hoy en Bonn (Alemania) en el marco de la primera ronda de conversaciones internacionales de Naciones Unidas para alcanzar un nuevo pacto mundial de reducción de emisiones de CO2 que sustituya al Protocolo de Kyoto en 2013, que culminarán en diciembre en Copenhague (Dinamarca).

El informe muestra que países como China, India y Brasil podrían perder decenas de millones de dolares para inversiones en energía limpia si las medidas de protección de los bosques se incorporan a en un mercado ilimitado de carbono.

La organización ecologista presentó el estudio como parte de las negociaciones sobre cómo reducir las emisiones de CO2 a partir de la deforestación evitada en los países pobres (REDD). La deforestación, principalmente en los trópicos, supone en torno a un 20 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, por lo que, según la organización, acabar con ello es una de las maneras más rápidas y rentables para enfrentarse al cambio climático.

Las discusiones de Bonn incluyen varias propuestas para introducir los REDD en los mercados de carbono. El informe examina esas propuestas bajo el prisma de la mejor manera de evitar un calentamiento medio del planeta superior a 2 grados centígrados y concluye que incluir créditos de REDD en los mercados de carbono rebajaría el precio del CO2 y llevaría a los países ricos a compensar su nivel de emisiones de forma barata en lugar de realizar las necesarias reducciones de emisiones dentro de sus fronteras.

Así, la investigación concluye que se reducirían drásticamente las inversiones en tecnología limpia y renovables tanto en países en desarrollo como desarrollados; y generaría que las tecnologías más contaminantes continuarán desarrollándose y operando, lo que incrementaría a largo plazo el coste de la lucha contra el cambio climático.

Además, se provocaría una drástica caída del número y el valor de los créditos energéticos de modo que países como China o India obtendrían menos dinero de sus políticas de desarrollo sostenible. "Créditos forestales baratos suenan atractivos pero un examen minucioso muestra que son una opción peligrosa que no salvará los bosques ni ayudará a luchar contra el cambio climático. De todas las opciones actuales para financiar la conservación de los bosques puestas encima de la mesa, esta es la peor", señala el responsable de política forestal internacional de la organización, Roman Czebiniak.

En la misma línea, señala que los países ricos perderán decenas de miles de millones necesarios para las tecnologías bajas en carbono. "Sin una fuerte señal de precio ¿Cómo puede esperar alguien realmente que el mundo se dirija hacia una economía baja en carbono", se preguntó.

Además, un movimiento de este tipo podría desembocar en un incremento de las temperaturas que darían lugar a un "irreversible" pérdida de los principales bosques tropicales, como el Amazonas, debido al incremento de las sequías, fuegos y plagas.
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