22/10/09

Solución consensuada para el puerto Mutriku vasco


El Departamento de Transportes del Gobierno Vasco retomará, finalmente, las obras del puerto de Mutriku pese a la crisis. El proyecto, actualmente aparcado por la renuncia en 2008 de la empresa adjudicataria, recibirá un impulso este mismo año con la licitación de las obras de la playa y la piscina, y además se repararán la celdas destinadas a generar energía maremotriz, con un coste total de 4,6 millones de euros.

Así lo indicó ayer en el Parlamento Vasco el consejero Iñaki Arriola, quien avanzó que en los ejercicios 2011 y 2012 se extenderá el dique hasta los 434 metros previstos en un principio, de los que a día de hoy ya están ejecutados 290. Con esto, Arriola contradice su intención inicial de rematar el dique con la longitud actual, tal y como trasladó en agosto a los representantes locales, puesto que el Ejecutivo autonómico no podía asumir el sobrecoste de finalizar las obras, según justificó en ese momento.

Eso sí, la actual propuesta, que se ha consensuado con las partes afectadas después de varios meses de contactos, especifica que el dique será rebosable, lo que permitirá frenar el oleaje dentro de la dársena. Se trata de una solución aplicada con éxito, por ejemplo, en el dique ubicado junto al Kursaal de Donostia, y que en el caso de Mutriku costará al Gobierno Vasco alrededor de ocho millones de euros.

Actualmente, los 290 metros construidos permiten operar dentro del puerto con comodidad, pues las horas al año en las que las olas superan el medio metro de altura han pasado de 1.000 a 150.

En total la ampliación del dique rebosable hasta la punta de Burumendi supondrá una inversión de catorce millones de euros, que será obligado duplicar si que quiere utilizar la infraestructura como puerto pesquero, lo que exigiría la construcción de un contradique y de nuevos muelles, no contemplados en el proyecto.

A día de hoy, la consejería trabaja aún en la liquidación del contrato con la adjudicataria, valorada en 24 millones de euros, y ha agotado ya la asignación presupuestaria para las obras en la dársena guipuzcoana previstas para 2009. Así se lo ha transmitido Arriola a las partes enfrentadas por el proyecto, para cuya ejecución será necesario efectuar reajustes en las cuentas del departamento.

Desde que comenzaron las obras de esta infraestructura, en 2005, los problemas no han hecho sino sucederse uno detrás de otro. Apenas ocho meses después de empezar a trabajar, el proyecto sufrió su primera modificación para instalar la central maremotriz. El presupuesto se elevó entonces de los 20,4 millones previstos inicialmente a los 25,7, y el plazo de ejecución se dilató en siete más de los 25 previstos. No fueron suficientes, pues poco después la fecha de inauguración se retrasó otros cinco meses, con lo que la obra debía haber finalizado en noviembre del pasado año.

Cuando se tramitaba la segunda modificación del proyecto, en el segundo semestre de 2008, la empresa contratista renunció a ejecutar la obra y el proyecto quedó paralizado hasta hoy.

Durante este tiempo, diversos grupos firmaron un acuerdo para exigir la finalización de la construcción de todo el muelle, entre los que se encontraban vecinos de Mutriku, así como grupos políticos (PNV, Ezker Abertzalea, EA, PSE-EE) y colectivos (Mutriku Bizirik, el Instituto de Mutriku, Alkolea-Intxirri, la Cofradía, Buceo Euskadi, Anaiarte Biltokia), además de las empresas que dan servicio al puerto, los hosteleros y casas rurales. En su contra se mostró entonces el grupo municipal Berdeak+Independienteak, apoyado por varias asociaciones y partidos como Alternatiba, Aralar y Ezker Batua, que eran críticos con el proyecto.
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