22/11/09

Las dos biotorres que se levantarán en Calcuta, imitarán las espinas dorsales de los peces y la piel de ciertas plantas océanicas

Los dos rascacielos que se levantarán en Calcuta, en el barrio de Rajharjat, próximo al aeropuerto, han sido diseñados siguiendo la estructura de las espinas dorsales de los peces y la piel de ciertas plantas océanicas. Las innovaciones incorporadas permitirán una reducción del 37 por ciento del material necesario en su estructura y un ahorro del 30 por ciento del consumo energético en climatización.


El proyecto de los arquitectos españoles Rosa Cervera y Javier Pioz será una muestra más de los contrastes visibles en la localidad india y, por extensión, en todo el país. Por dos motivos: porque sólo las clases económicas más pudientes podrán tener acceso al complejo, dado el alto coste que supondrá adquirir un apartamento o pasar una noche en uno de sus hoteles; y porque su construcción supone el inicio de una nueva generación de rascacielos ecológicos y sostenibles inspirados en las formas naturales.El proyecto está compuesto por dos torres gemelas de 42 plantas que se destinarán, respectivamente, a viviendas y un hotel de cinco estrellas, y un complejo compuesto por dos centros comerciales, un hotel de cuatro estrellas, un centro de convenciones y otros espacios de ocio y entretenimiento. En total, abarcará una superficie de 100.000 m2. Con una altura máxima de 150 metros, las dos torres se convertirán en los rascacielos más altos de India, récord que posiblemente pierdan una vez finalizadas las obras, habida cuenta de la impresionante planificación urbanística que se está desarrollando en los principales focos urbanos del país.Para Borja González-Finat, del Colegio de Arquitectos de Madrid, las ventajas de este tipo de construcciones en altura son evidentes: «Una disminución de los costes del proceso, incluido el mantenimiento y el ahorro energético. Al concentrar lo construido se evita la invasión en el entorno y se disminuye el impacto ambiental». Los perjuicios vendrían dados «por la determinación de las complejas instalaciones que se necesitan para cubrir el uso de los edificios. Tampoco hay que olvidar que estas construcciones en altura ofrecen mayor complejidad en una posible evacuación. Por último, visualmente son mucho más agresivas», desgrana el arquitecto.¿Pero qué hace tan especiales a las Torres Gemelas de Calcuta? En primer lugar, su estructura. «Analizamos el comportamiento de un pez moviéndose en el agua y vimos que es muy similar a un rascacielos enfrentándose al aire. La espina vertebral de los peces tiene que absorber efectos de torsión muy importantes; igualmente, cuando un rascacielos hace frente a la fuerza del viento, el edificio se retuerce», explica Javier Pioz. Así, se apostó por una estructura innovadora basada en la forma triangular de las espinas vertebrales de ciertos peces. «Las tres grandes columnas plegadas triangulares albergan los ascensores y las escaleras de emergencia, permitiendo tres zonas seguras de comunicación y evacuación. Además, cada rascacielo está subdividido en tres torres verticales organizadas alrededor de un gran atrio central. Cada una de ellas, a su vez, se compartimenta en tres barrios verticales separados por una planta estanca de seguridad cada 12 niveles».
La inspiración en formas naturales reducirá, además, en un 37 por ciento la cantidad de estructura, uno de los elementos más caros en la construcción; y aumentará el porcentaje de espacio útil.

Para evitar que la belleza de unos edificios de tanta altura quede oculta por las tormentas de arena que tiñen de color amarillo la ciudad, se confiará de nuevo en la naturaleza. En este caso, el diseño exterior se apoyó en los estudios sobre la piel de determinadas plantas marinas que repelen la arena. El resultado fue «una piel plegada en muchas direcciones; se trata de muchas piezas pequeñitas juntas que logran que la arena no se quede pegada al edificio, algo que no se ha probado nunca», subraya Pioz. En determinadas zonas de esta piel se instalarán células fotovoltaicas que captarán la luz solar.

Para ahorrar energía, Cervera y Pioz diseñaron colinas artificiales dentro de las cuales situaron los diferentes edificios que completan el complejo, de forma que gran parte de sus fachadas quedarán forradas de una superficie ajardinada y se reducirá en casi un 30 por ciento la necesidad de climatización. El ahorro de agua también tendrá un lugar destacado en este macroproyecto. A través de aljibes se reciclará el agua de lluvia y se recuperará parte de la destinada a riego. De forma complementaria, se reutilizará la que queda condensada en las ventanas del edificio en determinadas épocas del año.

Una vez retomadas las obras, paralizadas durante meses, y terminadas las labores de cimentación, la finalización de las torres está prevista para finales de 2010.

En opinión de González-Finat, «el proyecto es un claro ejemplo de innovación donde el diseño bioclimático cobra un especial protagonismo. Aunque el bienintencionado ejercicio de eficiencia energética y de diseño pasivo son remarcables, se echa de menos una actuación más contundente en el aporte energético activo, así como sistemas de energías renovables y otros de alta eficiencia que soportarían la carga energética cotidiana».

En los orígenes de estas biotorres se encuentra la conocida como Torre Biónica de Shanghái, otro proyecto de Cervera&Pioz que hace un año fue merecedor del Golden Global Award, que premió su innovación en arquitectura biónica.

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