Se trata de una estructura en Y que soporta un generador sumergido, similar a los aerogeneradores, para el aprovechamiento de la energía de las corrientes marinas. Consta de un domo central, donde está el generador eléctrico, en cuyo extremo se sitúa la hélice que absorbe la energía. Del domo salen tres brazos, en cuyos extremos se colocan sendos flotadores con forma de torpedo.
Con respecto a otros generadores existentes o en desarrollo, se distingue porque es un conjunto que flota a la profundidad que se desee, con lo que es más flexible y fiable en operación y menos costosos los procesos de instalación y mantenimiento.
En estos momentos, que resulta fundamental el desarrollo de las energías renovables, este diseño permitirá reducir los costes del ciclo de vida de este tipo de generadores y acceder a emplazamientos más profundos. Los generadores existentes están limitados a zonas que no sobrepasen los 50 m, con lo que sólo pueden acceder al 20% del potencial energético de las corrientes marinas.
Además, se ha simplificado mucho la maniobra de salida del generador a la superficie, que es imprescindible para realizar el mantenimiento. Otros generadores necesitan complejos sistemas mecánicos para realizar esta operación, o el auxilio de una embarcación especial.
El diseño del generador patentado, incluye un sistema de control de lastres que permite que el generador, por si solo y de forma automática, realice la maniobra de paso de vertical sumergido en operación, a flotando en horizontal para mantenimiento o transporte.
Aunque en la Comunidad de Madrid no tiene mar, en ella, además de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales del la UPM, están los principales centros de I+D del sector marítimo a nivel nacional, tanto públicos como privados. Por ello, se respira un "ambiente marino" que permite una colaboración bastante eficaz entre empresas, OPIS y Administración.
La UPM está presente, en la medida de sus posibilidades, dentro de las distintas fases del proceso de I+D+i hasta la explotación comercial de la innovación. La experiencia en desarrollos similares, indica que este proceso puede durar hasta una década. Destacar que en este proceso ha sido fundamental el trabajo realizado por el profesor Núñez Rivas, compañero de la ETSI. Navales, que me está permitiendo centrarme en desarrollo tecnológico del proyecto.
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